Pag.14

 
la que no tuve donde asegurar y escalé completamente sin protección, solo mis piolets y crampones, en roca tuve pasos de 5tos y a la mitad encontré un 6to muy duro porque en la noche no ves bien por donde te metes hasta las primeras luces del día. Toda la pared me tomo como 3 a 4 horas, ya que tuve varios descansos para esperar la mañana para poder ver mejor a lo que me dirigía, porque cada vez se fue haciendo más complicado. A las 7 am Salí de la pared y llegue a la arista donde encontré la parte final y descanse bien, luego me dirigí a la cumbre por una pared de roca de pasos de 5tos hasta al fin llegar a la cumbre. Desde la cumbre pude ver como las nubes llegaban con rapidez a sí que foto por aquí y por allá.

Una sonrisa, un grito de libertad, un par de sublimes y un sorbo de agua con colorante fue mi súper desayuno para empezar el descenso. Aún con la adrenalina fluyendo por mis venas y con ganas de regresar antes que  el último carro a La Paz me dejara, llegue al campo base en el que terminó  este viaje. Que desde un principio me pude a ver quedado en mi tierra pensando que no tengo dinero y por lo tanto a trabajar en lo que sea para poder subsistir. A esta ruta la llame “Ventanita de la Paz” por la pequeña ventana de buen tiempo y por ser muy afortunado de seguir disfrutando de lo que más me apasiona. Fueron 400 metros de una pequeña pared que espero repetir algún día.

Estoy más que seguro que el Perú está lleno de grandes montañistas y escaladores de un nivel excepcional, montañistas con sueños, proyectos que el único factor que no deja crecer es el económico.  Como también  estoy  muy  seguro que pronto tendremos nuevos talentos que nos representen bien dentro y fuera del país.

 
Arriba, el "Mostro Andino" en una autofoto luego de salir de la pared del Huayna Potosi.
El día 10 desperté a las 12 am fui a ver el tiempo y estuvo mejor, sin nevada pero de rato en rato se nublaba completamente. En el campamento encontré más personas que irían a intentar el Huayna Potosi por su ruta normal. Yo les seguí el paso antes de llegar al famoso campamento argentino. Eran las 3:00 am., seguía muy nublado, ahí me lo pensé si continuaría o no. Después continúe avanzando hacia la izquierda de la montaña cruzando por grandes grietas y una que otra pequeña avalancha. Cuando llegue al pie de pared se despejo todo muy bien y las condiciones de la montaña estuvieron óptimas para quedarse en una carpa y jugar cartas para pasar el tiempo. Pero si estuve ahí fue para sentir algo diferente. Esa fue mi primera vez con un clima terrible.

La primera parte una pala de nieve muy suelta. Luego encontré mixtos muy duros en
   
 
Para este año los proyectos siguen y con más motivación, el 25 de marzo estoy partiendo hacia Nepal para intentar ascender dos montañas de ocho mil metros. Una es la última de las catorce montañas: el Shisha Pagma (8014 mts) para aclimatar y oxigenar los pulmones para después intentar el Everest (8848 mts) la montaña más alta del mundo.

Gracias a mi nuevo patrocinador absoluto, la compañía de aerolíneas LAN, por ser el patrocinador de toda la expedición. Lógicamente un agradecimiento especial  a la Asociación de Guías de Montaña del Perú A.G.M.P. por su colaboración y mi formación en su escuela el C.E.A.M. Las personas que están interesadas en este proyecto pueden seguirme desde mi facebook como “Mostro Andino”.

Texto: Víctor Rímac Trejo "Mostro Andino"
 

Pag.15