partes en artificial y por otras en libre.
El Nolo lo consiguió y montó una estación a prueba de bombas con unos puentes naturales que me permiten escalar el largo con toda la confianza. Ya a unos 12 mts de la cumbre superado el diedro la cosa se puso más fácil. Una escalada de IV grado nos llevó a la cumbre central del nevado Capacsaya.
Contentos por la buena escalada, ya en la cumbre logramos divisar entre la niebla el acceso a la cara suroeste del nevado Pumahuanca lo cual nos llenó de motivación y ganas de volver a intentar esa hermosa ruta que ya teníamos en mente pero que no encontrábamos por donde entrar de manera segura.
Ahora la temporada parece que se acaba, el tiempo está cambiando y las lluvias se asoman con mayor fuerza. No pierdo la esperanza que alguna ventana de buen tiempo se dé en estos días aunque sea poco probable continuaré al asecho hasta lograr darle un buen y ultimo pegue al nevado Pumahuanca. Ya les iré contando.
Por ahora solo me queda compartir lo alucinante que es escalar y mejor aún rodeado de buenos amigos.
Cruzo los dedos y quedo a la espera de unos días de buen tiempo. Ya les contare del intento al nevado Pumahuanca que espero sea en lo que nos queda de este año.
Texto: Coqui Gálvez.
Fotos: Coqui Gálvez,
Dominique Riva.
Fotos derecha, arriba: el "Nolo" abre el diedro final hacia la cima. Debajo: la cordada al completo en la cima del Capacsaya luego de la apertura.
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