damos ánimo a pesar de caer y resbalar continuamente.
Finalmente vamos llegando a los pies de la cima principal entrando por su lado izquierdo a una rampa de 50 metros de 55 a 70 grados en hielo fósil, empezamos el ascenso final en medio de una persistente neblina, nuestro cansancio es terrible pero llegamos al final de la pared hasta una reducida arista donde encontramos un letrero de fierro (era señal que nos habían indicado en Arequipa de que era la cumbre principal). Aún faltaba alcanzar la cima a solo 3 metros arriba nuestro en una arista aún más afilada, hicimos una travesía expuesta para ganar la cima (11.25 am) y nos posamos en la delgada arista. Los gritos de cumbre fueron emocionantes: CUMBRE!!!, lo habíamos conseguido a pesar de haber estado muy cerca de renunciar. La neblina se nos viene encima y apenas sacamos algunas fotos y los videítos de rigor, empieza la nevada y la tormenta se desata.
Con la cumbre en la bolsa, sabemos que nos espera lo peor para salir de ese lugar a salvo, comenzamos el descenso por la empinada pared cimera y logramos hallar nuestras huellas las cuales seguimos como
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