damos ánimo a pesar de caer y resbalar continuamente.

Finalmente vamos llegando a los pies de la cima principal entrando por su lado izquierdo a una rampa de 50 metros de 55 a 70 grados en hielo fósil, empezamos el ascenso final en medio de una persistente neblina, nuestro cansancio es terrible pero llegamos al final de la pared hasta una reducida arista donde encontramos un letrero de fierro (era señal que nos habían indicado en Arequipa de que era la cumbre principal). Aún faltaba alcanzar la cima a solo 3 metros arriba nuestro en una arista aún más afilada, hicimos una travesía expuesta para ganar la cima (11.25 am) y nos posamos en la delgada arista. Los gritos de cumbre fueron emocionantes: CUMBRE!!!, lo habíamos conseguido a pesar de haber estado muy cerca de renunciar. La neblina se nos viene encima y apenas sacamos algunas fotos y los videítos de rigor, empieza la nevada y la tormenta se desata.

Con la cumbre en la bolsa, sabemos que nos espera lo peor para salir de ese lugar a salvo, comenzamos el descenso por la empinada pared cimera y logramos hallar nuestras huellas las cuales seguimos como

nitentes uno tras otro pero la lucha era demoledora y desigual, nuestros brazos iban claudicando ante esta jungla de hielo.

Finalmente decidimos rodear en forma lateral el cráter evitando atravesar los penitentes. Nos ponemos los crampones y comenzamos a movernos en travesía por la falda del cráter. Avanzamos echando el resto de nuestras energías, el tiempo ha empeorado y nuestras opciones se tornan cada vez más reducidas. Aprieto el paso sin pausas y vamos ganando metro tras metro atravesando la ladera del cráter, nos

única vía de retorno, al tratar de atravesar el glacial de penitentes debimos esperar a que haya una ventanita de sol y ver por donde pasar, identificamos la vía y atravesamos esta zona rápidamen-te, extenuados por el esfuerzo nuestros pasos van haciéndose cada vez más lentos, pero ya hemos encontrado la ruta de retorno y nuestro escape de la montaña es inevitable. Llegamos al campo avanzado (3.30pm) muy extenuados pero felices de haber conseguido la cumbre para nuestro querido Club CAMYCAM y su gente.

Texto y fotos: Carlos Verdeguer.