Conversando con:
MARCO PEREZ
Montañero cusqueño y Guía Oficial de Montaña, es quizá de los pocos cusqueños amantes de la montaña que se atrevió a desafiar a colosales moles de roca y hielo de renombre mundial como Chacraraju, Salkantay, Taulliraju y Huascaran Norte por la norte y justo aquí paso la que quizá sea la mayor de sus penurias, con su compañero de cordada agonizando y una operación de rescate por la AGMP que fue de película.
Hola Marco, otra vez en Huaraz, tuvimos oportunidad de compartir campamentos y expediciones juntos este año y aquí te fastidiaré un poco con algunas preguntitas.

Marco, provienes de la que quizá sea la promoción de guías cusqueños más numerosa en la historia de la AGMP. Eres el único de aquella promoción que ejerce, ¿verdad?
Creo que si, nos graduamos 14 guías de los cuales 6 fuimos de Cusco, actualmente ejercemos solo 2.

Regresando un poco, específicamente a tu Examen de Guías, ocurre el único accidente fatal en eventos de ese tipo en los más de 30 años de historia de la AGMP. ¿Qué paso con Mata?
Nos encontrábamos en la zona del nevado Yanapaccha, faltando solo pocos días para la graduación, para el examen final una de las pruebas era atravesar las diferentes canaletas que dan hacia Cebollapampa entre las canaletas que se encontraban más alejadas había un punto ciego que des
 
   
 
de nuestra ubicación no era posible ver al compañero cuando hacia la travesía, fue en ese punto donde Erick cayo, pero como te comento no podíamos ver, por esto es que nunca supimos exactamente lo que le paso. Fueron momentos muy duros para todos pero en especial para aquellos que teníamos una amistad muy fuerte con él, más aun si él era una persona súper divertida e identificada al 100% con los que veníamos del sur.

Te gradúas de Guía, vienen las temporadas de montaña en Huaraz y luego vas a Ecuador. Te quedaste varios años laborando en sus montañas y luego el Conflicto...

Bueno, en realidad estuve en Ecuador por primera vez el 91 cuando era Aspirante, el 93 ya graduado de guía regresé a realizar un trabajo ajeno a la montaña por 15 días que finalmente se convirtieron en 3 años de temporadas entre Perú y Ecuador, años súper bacanes que los viví intensamente subiendo y bajando las montañas ecuatorianas y quizás hubieran sido muchos más si no se daba el conflicto del Cenepa entre Perú y Ecuador. Era enero del 95 cuando me encontraba en Quito trabajando como de costumbre pero entre montaña y montaña la situación política se complicaba, lo que en Perú se consideraba un conflicto en Ecuador se denominaba “Guerra”, mi primera “escaramuza  en medio del enemigo” se dio en la cocina, cuando comencé a tener problemas en los refugios con algunos guías locales quienes me apagaban la cocina o retiraban las ollas en las que cocinaba para mis clientes, aparte de mostrarme su hostilidad por el solo hecho de ser peruano, esta situación se agravó al punto que deje de guiar por las presiones que en ese momento se daban contra los peruanos, esas circunstancias hicieron que pensara en abandonar el país, pero ya era demasia-
 
     
do tarde. Los peruanos pasamos de ser los malos vecinos a ser el enemigo dentro de casa, para este momento mi Visa había expirado y no quisieron renovarla al estamparme un sello que decía “48 Horas para abandonar el país”, el incidente en el que atacaron al cónsul en la carretera, me hizo pensar ¿que podrían hacer con un simple mortal como yo si decidía cruzar la frontera?, en esas circunstancias me quede de ilegal por dos meses a “salto de mata”, asumiendo otra identidad utilizando un DNI ecuatoriano que arriesgadamente unos amigos me ayudaron a robar de una biblioteca universitaria, hasta que finalmente con ayuda de amigos europeos -que se llevaron una carta mía y la franquearon desde Europa a Perú-, pude dar mis coordenadas a mi familia y con ayuda del Embajador peruano en Quito conseguí un salvoconducto y regresé a Perú y al Cusco “vivito y coleando”.