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Capacsaya  
Nuestra historia respecto al himalayismo es corta, bastante corta para ser un país de montañas y como ya lo dijo una vez en una entrevista el himalayista limeño Richard Hidalgo: “Perú es un país de montañas, pero no de montañeros”. Bastante cierto, aunque de a poquitos eso va cambiando y esperemos que dentro de pronto sea ya una total realidad y el deporte de montaña sea un deporte nacional como en los países montañosos de Europa.

Las visitas nacionales a los 8miles se dan en la década de los 80, cuando un grupo de guías de montaña y porteadores huaracinos visitan el Shisha Pangma para realizar estudios de glaciología para el conocido glaciólogo Lonnie Thomson, si bien el objetivo no fue nunca alcanzar la cima (estuvieron algo cerca a 7,400msnm). Ente los guías estuvieron Magno Camones, Felix Vicencio.
   
1992.- La primera cima a un 8mil por peruanos se dan con la visita de Augusto Ortega al monte Everest o Chomolungma en su lengua nepalí, la “Diosa montaña”, el punto más alto de nuestro planeta con 8,850msnm. Augusto participaba como guía de una expedición comercial americana. Por vez primera una pequeña banderita peruana era movida por el viento en la cima del techo del mundo. Siete años después, en 1999, volvería a pisar su cima y esta vez lo haría sin oxigeno suplementario.

1998.- El más fácil de los 8miles, así denominan a la sexta cima más alta de la Tierra, el Cho Oyu con sus 8,201msnm. Nuevamente Augusto Ortega sería gestor de darle al Perú su segunda montaña de 8mil metros y nuevamente su participación sería gracias a la convocatoria de una expedición comercial americana.

 
 
 

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