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ando estábamos a mitad de los pinitentes, ya eran como las 8am y en ese momento pensamos en regresar porque yo me sentía muy cansado y Bernat se sentía un poco mal. En ese momento empezamos a darnos ánimos mutuamente, gritamos y pensamos en lo mucho que habíamos viajado y en nuestros familiares. Yo pensaba en dejar el nombre del club en alto.
 
Sacamos una miel de la mochila para tomar e inmediatamente nos reconfortó físicamente y psicológicamente, la miel se convirtió en nuestro secreto para cumplir con nuestra meta de hacer cumbre. 

Los últimos 300 metros de desnivel nos tomaron casi 4 horas. Fue un tramo muy duro, ya estábamos sin agua y bastante cansados, por ello derretimos algo de hielo para beber.

".. se adelantó un poco y luego de unos minutos gritó fuertemente cumbre!".

Nuestra primera meta era la cumbre falsa pues sabíamos que la cumbre verdadera estaba detrás. La inclinación para llegar fue de 45° aproximadamente. Había una grieta por la derecha así que Bernat fue por la izquierda, a pesar de esto, no íbamos encordados.

Casi nadie sube en esta época así que no habían caminos marcados. Bernat siempre iba adelante pues él tenía un poco más de fuerza, se adelantó un poco y luego de unos minutos gritó fuertemente cumbre! dejó su mochila y volvió hacia mí, 10 minutos después llegué a la cumbre también. Nos abrazamos y se me cayeron lágrimas de emoción, habíamos cumplido la meta! 

La cumbre es bien plana, son como algo de 200m cuadrados.

 
Anterior: la expedición peruana RML al completo. Arriba: Bernant atravesando los penitentes.
de nuevo los dos y llegamos hasta una parte bien empinada de casi 50° de inclinación que estaba lleno de penitentes.

En este punto, a 6000m, vimos 4 luces abajo, eran las los frontales de Roy, Yenny, y los 2 hermanos Sare que venían del campo alto. Cesar Torres también llegó al campo alto pero decidió quedarse. Cuando ellos llegaron a la zona de los penitentes demoraron bastante pues estaba peligroso y Yenny tenía un poco de miedo, así que hicieron sistemas de seguridad. Pasado un tiempo más ya no los volvimos a ver porque nos fuimos en diagonal buscando abrir alguna vía por la arista que tenga nieve dura y no penitentes.

Lo que nos animó a seguir fue ver la sombra del Gran Sajama al lado de los dos volcanes de al frente, el Parinacota y el Pomerape,  mientras el sol iba saliendo cu-
   
 
 

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