Le da tan bien a la roca como al hielo, joven y con una ideología propia sobre la montaña "nos da esperanza y libertad", acaba de realizar el primer ascenso nacional en solitario al Huandoy Norte y sus últimas actividades confirman su apelativo del "Mostro Andino".

Hola Víctor, gracias por acceder a la entrevista, de un tiempo a esta parte te has convertido en un escalador “solitario” y ya te apuntaste algunas buenas vías interesantes; pero bueno, cuéntanos un poco sobre ti.

¿Cómo te inicias en este mundo de montañas y escalada?
Hola Hung, bueno primero de nada felicitarte por tu gran aporte al montañismo, con esta revista dedicada a las montañas peruanas y a sus montañistas.
Empecé a escalar con mi hermano a quien le estaré eternamente agradecido por mostrarme este camino vertiginoso. Cuando tuve 14 años empecé a escalar por primera vez en el año 2002, con el boulder primero y luego el deportivo, estuve en competencias de escalada en palestra, pero mi forma de ver las montañas no era estar en podios ni recibir estatuillas, lo mío fue querer descubrir el misterio que te envuelve al internarte en las montañas.

Coméntanos sobre aquellas primeras escaladas tuyas, que siendo muy joven aún, te apuntaste con montañas de la talla de Ranrapalca por la Norte.
Cuando tuve 22 años, recuerdo una noche en un bar donde encontré a un a un tipo español lamentándose por su mala suerte, porque su amigo, quien se rompió el pie, no podía acompañarlo y su expedición no se realizaría. Entonces le pregunte a donde tuvo pensado ir, él dijo que al Ranrapalca por la cara norte, pregunte de ir juntos y el accedió a mi pedido. Al día siguiente nos embarcamos a mi primera aventura hacia lo vertical. Así fue como empezó mis infinitas ganas de estar en lugares soñados, luego de esa expedición quise continuar trepando por las escarpadas montañas de la Cordillera Blanca.

Llegaría el Curso de Aspirantes a Guías de Montaña del 2007 y quedas en el primer puesto. ¿Qué significó para ti ese alcance en lo deportivo y profesional?
Ingrese con 21 años como aspirante donde obtuve ese preciado puesto, pero tuve el contrapié de mi vida, ya que el ego y la soberbia conjuntamente con la competitividad empezaron hacer efecto en mí. Pero como siempre la enseñanza de las montañas me mostro que nada de eso existe, aprendí que uno nunca conquistas montañas, son ellas las que nos muestran lecciones de vida y mucha humildad.

Eres de los escasos montañeros peruanos que se atrevió a darle unos "pegues" al Chacraraju, estuviste muy cerca de alcan-

zar la cima con los venezolanos. ¿Qué sensación te dejo eso?
Tuve la oportunidad de encontrar a un gran amigo Alfredo “yupi” Rangel. Quien es un escalador de grandes paredes y un aperturista neto de nuevas vías. Humilde y gran hermano montañista. Fuimos a escalar cuatro amigos: Carlos Pineda, Federico Pisani, Alfredo Rangel y yo. Por cosas del destino a Carlos se le congelo los pies y a Federico le dio una fulminante tos, ellos decidieron no continuar, solo quedamos “yupi” y yo. Nos miramos, le dije para ir y él dijo “VAMOS!” Así fue como le dimos ese “pegue” a la ruta Jaeger. Nos quedamos bajo el hongo a escasos 40mts de la cumbre. Fue una gran experiencia ya que escuche a mucha gente