clavos (la suela Vibram no se inventó hasta poco antes de la segunda guerra mundial) y las "grapettas" de cuatro puntas eran suficientes para el alpinismo de exploración; la exigencia de ascender las montañas por vías más duras llevó al verdadero crampón y la búsqueda de la dificultad inspiró a Laurent Grivel en 1932 a la adopción de dos ulteriores puntas frontales: esto es fundamentalmente el crampón moderno.
El último invento verdadero lo realizó el reconocido alpinista Jef Lowe al inicio de los años 70 con el cierre automático y la palanca de cierre posterior o talonera.

Por su tipo de fijación podemos clasificarlos en tres tipos:
- Los automáticos.- con la puntera y talonera para enganchar.
- Los semiautomáticos.- con puntera de correa y talonera enganchable.
- Los básicos.- todo de correas para ajustar.

A su vez podemos agruparlos como:
- Rígidos.- conforman una sola caja no articulada, van bien en zonas verticales y cascadas de hielo pero se fatigan más y pueden quebrarse.
- Articulados.- esta formada por dos piezas unidas en el centro por una pe

queña placa metálica regulable, van mejor en largas travesías.

Y finalmente según su tipo de construcción en:
- Clásicos.- poseen sus puntas frontales básicamente de una manera plana, los cuales están destinados para travesías o pendientes moderadas.
- Técnicos.- poseen unas puntas frontales del tipo hoja de piolet, es decir, una punta dentada, agresivos, para ser usados en hielos duros y verticales.

Una cuestión muy importante que debemos tener siempre en cuenta es la de no usar nunca una bota común que no está destinada para uso con crampones automáticos o semi automáticos y utilizarlos con este tipo de crampón; a una bota cramponeable le podemos poner un crampón de correas, pero a una bota simple no le podemos poner un crampón automático.

Al momento de guardarlo en la mochila llevalo siempre con alguna protección, así evitaras que dañe cosas dentro de tu mochila, atu mochila, o incluso a tí mismo.

Texto por: Alberto Hung.